Introducción
Venezuela sigue enfrentándose a una profunda crisis económica, social y política que está afectando gravemente al sistema sanitario, provocando grandes carencias en los servicios públicos y aumentando las dificultades de acceso a los alimentos.
Desde 2015, más de 7,1 millones de venezolanos han abandonado el país. Según las estimaciones humanitarias locales, 19,7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria. El Programa Mundial de Alimentos considera que Venezuela es uno de los países con mayor inseguridad alimentaria del mundo, con más de 9,3 millones de personas sufriendo inseguridad alimentaria en 2019.
La COVID-19 ha deteriorado aún más la situación sanitaria, nutricional, educativa y social, agotando los ya escasos recursos de la población y provocando un aumento de los mecanismos de respuesta negativos.
¿Cuáles son las necesidades?
A pesar del posible fin del ciclo de hiperinflación, sigue habiendo una grave escasez de alimentos y productos básicos que compromete las condiciones de vida de gran parte de la población. Según cifras recientes de la ONU, el país necesitaría más de 30 años de crecimiento económico positivo, similar al de 2021, para alcanzar el volumen que tenía en 2013.
Los datos de junio de 2022 muestran que el salario mínimo mensual equivale a 26 EUR y el salario medio mensual ronda los 85 EUR, mientras que la cesta de la compra básica mensual asciende a unos 430 EUR. En enero de 2021, el 37,3 % de las mujeres embarazadas que recibían el apoyo de UNICEF sufrían desnutrición.
Hasta un 70 % de niños en edad escolar no acude a la escuela de forma periódica y más de un 15 % ha sufrido graves retrasos en la educación, incluso antes de la pandemia. El éxodo masivo también ha provocado la falta de personal educativo cualificado: al menos 200 000 profesores han abandonado el país desde 2017.
Cerca del 90,2 % de la población no tiene acceso regular a agua. En el país se han producido varios brotes generalizados de enfermedades infecciosas: sarampión, difteria y paludismo, probablemente debido a la interrupción de los programas de prevención y al empeoramiento de las condiciones sanitarias.
Las tasas de homicidio se encuentran entre las más altas del mundo (40,4 muertes por cada 100 000 habitantes en 2022). La situación en las zonas fronterizas, marcada por la presencia de agentes armados y bandas criminales, resulta especialmente preocupante por el aumento de la violencia.
¿Cómo estamos ayudando?
En 2023, la UE destina una partida de 75 millones de euros en ayuda humanitaria para responder a las necesidades más urgentes de los venezolanos.
La financiación ayudará a las personas necesitadas de Venezuela y a las comunidades de los países vecinos que acogen a migrantes y refugiados. La financiación se centrará en la asistencia alimentaria, la sanidad, el alojamiento, la protección, la educación y la asistencia jurídica, entre otros ámbitos de intervención.
Desde 2016, la Unión Europea ha destinado 390 millones de EUR en ayuda humanitaria de emergencia a Venezuela. La financiación se dirige a ayudar a los venezolanos necesitados dentro del país, así como a los que se han desplazado a los países vecinos.
La ayuda humanitaria de la UE se presta a través de agencias de las Naciones Unidas, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) internacionales y el movimiento de la Cruz Roja, los cuales desarrollan proyectos que cubren todo el espectro de necesidades humanitarias.
La ayuda se centra en atender las necesidades más candentes de la población, por lo que se dirigen a los grupos más vulnerables, como niños menores de 5 años (principalmente en lo referente a la nutrición), menores de 18 (ayuda integral), mujeres embarazadas y lactantes, ancianos y grupos indígenas.
Los proyectos se centran en la prestación de: (i) asistencia sanitaria vital; (ii) agua, saneamiento e higiene; (iii) educación en situaciones de emergencia; (iv) protección ; y (v) apoyo nutricional y alimentario.
Como parte de la respuesta global de la UE a la COVID-19, en agosto de 2020 llegó a Caracas un puente aéreo humanitario compuesto por dos vuelos.
Los aviones llevaron 82,5 toneladas de productos de asistencia vital para abastecer sobre el terreno a nuestras organizaciones humanitarias asociadas y dar ayuda a medio millón de venezolanos necesitados. La carga se componía principalmente de equipamiento médico, como equipos de protección personal, medicinas, equipamiento para purificación de agua y artículos de higiene familiar.
Además, la ayuda humanitaria a los refugiados y personas desplazadas internamente se centra en facilitarles servicios médicos de urgencia, asistencia alimentaria, información y apoyo jurídicos, iniciativas de protección (específicamente contra la violencia de género y la trata de seres humanos), educación en situaciones de emergencia y alojamiento.
Última actualización: 17.03.2023
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